Las limitaciones técnicas para reciclar los plásticos

Las limitaciones técnicas para reciclar los plásticos

Hoy es técnicamente posible reciclar gran variedad de plásticos: todos los comerciales (PE, PP, PS, PVC y PET) y también otros de tipo técnico y gran consumo como las poliamidas o el policloruro de viniledeno. Incluso existen métodos para reciclar los termoestable y especialmente los reforzados. Algunas claves de la recuperación ya se han señalado y fundamentalmente se centran en la recogida selectiva de los plásticos respecto al resto de los residuos y rn la separación posterior por tipos de plásticos. Las otras claves son el conocimiento técnico, tanto del proceso en sí como de la naturaleza del plástico que se está tratando, su compatibilidad con otros plásticos y su destino final.

En la degradación molecular de los plásticos por efecto de la luz (radiación ultravioleta), el calor, los agentes químicos, mecánicos, etc., las roturas y las reticulaciones de las cadenas moleculares se traducen en una gran merma de sus cualidades. En la primera fabricación o fabricación de materias primas y debido a las condicines de las misma (solicitaciones mecánicas, térmicas, etc.) se produce la primera degradación, lo que exige la correcta formulación posterior a la función del uso que vaya a tener.. En la segunda transformación o consumo (fabricación de objetos) vuelve a sufrir una nueva degradación que se corrige en parte con la aditivación adecuada.

El plástico sufre una tercera degradación durante su uso como objeto útil, y la cuarta cuando se abandona, que puede ser muy gtande si se mezcla con las basuras y permanece largo tiempo con ellas. En los casos de compostaje sin separación previa de los plásticos, la degradación aumenta debido al calor, pues se alcanzan hasta 70ºC en el montón de compost. Por todo ello, el reciclador debe de conocer la «historia» técnica del plástico a reciclar (fases de transformación, uso que tuvo, aditivos que tiene y su porcentaje exacto) y tras el conocimiento del destino que tendrá la granza por él fabricada, reformular de nuevo el polímero corrigiendo los déficits de estabilizantes, plastificantes, etc que haya lugar.

Normalmente el consumidor de granza recuperada intenta subsanar en parte los problemas de la degradación molecular mezclando la granza con material virgen o fabricando artículos con menores requerimientos técnicos, mecánicos y estéticos, como bolsas de basura, perchas, envases industriales, postes, etc. Un correcto proceso de aditivación, el bien no evita que la degradación continúe, contribuye a mantenerla dentro de unos límites.

Las incompatibilidades entre familias de plásticos, pues cada tipo de plástico posee unas características propias, exigen una selección rigurosa de los mismos antes de proceder a reciclarlos. Una mezcla indiscriminada de diferentes tipos de plásticos puede producir no solo una granza de pésima calidad sino incluso averías importantes en la máquina extrusionadora (diferentes puntos de fusión, plasticidad, etc). Sin embargo, las mezclas entre diferentes tipos de plásticos pueden ser posibles e incluso beneficiosas. En unos casos se da la circunstancia de que un tipo de plástico añadido a otro en una exacta proporción, mejora las propiedades de ambos pr separado. Así el butadienostireno añadido al poliestireno recuperado, da un plástico reciclado antichoque utilizado para la fabricación de tacones para calzado, perchas, etc. En otras ocasiones se puede y deben añadir determinados aditivos a las mezclas de residuos para mejorar su compatibilidad y obtener artículos incluso de superior calidad.

Se está experimentando con añadir componentes no-plásticos como aire, serrín, papel, metal, vídrio, etc. a los residuos plásticos recuperados. Se han obtenido resultados alentadores en espumas resistentes a choques, por inyección de aire en mezclas de PE, PVC y PS. Esta alternativa es muy importante para residuos complejos, en los que haya grandes dificultades para separar el plástico.

 

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